Proponemos espacios de aprendizaje que estimulen y satisfagan el deseo de aprender, en un clima de confianza y seguridad afectiva.
Entendemos el aprendizaje como un proceso, donde el alumno adquiere un rol activo y el docente mantiene una actitud de guía, ofreciéndole la posibilidad de que experimente por sí mismo. Desde esta concepción, el error es una herramienta fundamental que forma parte del proceso de aprendizaje.
Trabajar con grupos reducidos, nos permite llevar a cabo una exhaustiva evaluación inicial del alumno y trazar planes personalizados de trabajo.
Las propuestas del docente se apoyan en actividades lúdicas y promueven aprendizajes significativos, cercanos a los intereses y aprendizajes previos del niño.
El enriquecimiento del lenguaje y el interés por el aprendizaje de la lecto-escritura, son estimulados de manera constante por el docente, quien acerca a los alumnos a diversos portadores de texto disfrutando de la escucha de narraciones, rimas y poesías, del juego con títeres y dramatizaciones.
El aprendizaje de las matemáticas, se apoya en actividades y juegos con material concreto, que permiten la progresiva adquisición de las nociones lógico- aritméticas.
Las actividades de interacción con la naturaleza, observar, conocer y experimentar, cuidar animales y plantas, aportan genuinos conocimientos y además promueven el bienestar emocional de los niños.
El cuerpo es un instrumento privilegiado para explorar, relacionarse, aprender. Desde el espacio de psicomotricidad y de educación física, se trabajan las habilidades motrices básicas, los hábitos posturales, y la adquisición de las nociones de espacio, tiempo, objeto y esquema corporal.
Las experiencias directas, despiertan curiosidad e interés en los niños y los acercan a nuevas experiencias de aprendizaje: las salidas, paseos y excursiones con distintos fines pedagógicos, posibilitan además aprender normas de convivencia social y de seguridad fuera de la escuela.
La computadora en el aula con conexión a internet, es un instrumento que permite a los alumnos acceder a la información de manera rápida y directa; el docente enseña paulatinamente, un uso práctico y a la vez responsable de esta herramienta.
La formación de hábitos, ocupa un lugar importante en nuestra escuela: el aprendizaje de normas de educación y convivencia, el orden en la actividad cotidiana, la higiene personal y del espacio áulico, el cuidado de los materiales, el progresivo aprendizaje de normas de seguridad en la vía pública, etc. ayudan a los niños a sentirse seguros, y afianzan su independencia y autonomía.
El respeto por los adultos, el compañerismo y la solidaridad con los pares, son valores que se trabajan de manera permanente y en todos los ámbitos de la escuela. La asistencia a los primeros campamentos, son experiencias enriquecedoras, que promueven la convivencia, el respeto mutuo, y el desarrollo de la responsabilidad.
Establecemos un espacio de interacción permanente con la familia a través de reuniones, entrevistas, clases abiertas, actos y fiestas escolares.
