Hace más de 25 años nació esta escuela, con el deseo de fundar un espacio educativo dedicado a aquellos que necesitaban por parte de los adultos, una mirada más cercana, más paciente, más plástica.

Entendíamos que sólo era posible el aprendizaje a partir de un vínculo de afecto y confianza entre docente y alumno, y nos abocamos a ahondar en las particulares necesidades de cada uno; el juego y las experiencias significativas, fueron siempre la metodología elegida, colocando al niño en un rol activo y creativo. Propugnamos la conformación del grupo como espacio de circulación del saber, entendiendo que el desarrollo de sentimientos de pertenencia y cooperación entre los jóvenes asistentes, posibilitaba la independencia y la autonomía.

A lo largo de estos años, la buena respuesta de nuestra comunidad educativa, permitió que creciéramos siempre: en cantidad de alumnos, en diversidad profesional, en experiencia; pero estas premisas fundantes, siguen presentes en los grandes objetivos y en los pequeños gestos del quehacer cotidiano.

Nuestro deseo es acompañar a los alumnos en su crecimiento para convertirse en personas capaces de integrarse a su comunidad y de insertarse en el ámbito laboral, apelando a sus capacidades particulares; y nos apoyamos en aquellos valores humanos, que los forme como ciudadanos sensibles y solidarios, cuidadosos de su entorno social y medio ambiental.

Contamos con un valioso equipo docente y profesional que vuelca su experiencia y su afecto en la tarea diaria, y nos acompañan las familias de los alumnos, en este camino compartido.